Todos los relatos de este volumen —desde «El aviador nocturno», del maestro King, hasta «El gran Dios Pan», del refinado Harrison— comparten la misma vocación: mostrar dónde están los límites de la realidad según la conocemos, definir los fantasmas que se mueven en esa tierra de nadie. Y ello con la sana intención de robar el sueño a los lectores.